lunes, 3 de agosto de 2015

PEZ PERSONAJE El Pez Mandarin

M.V.Z. Azael Avila G.
Uno de los peces pioneros de los acuarios marinos pertenece a la familia Callionymidae, estos ejemplares pueden ser mantenidos en acuarios pequeños solo con invertebrados. Callionymus lyra, de la familia de los dragones, se distribuye de los mares del norte al Mediterráneo. En época de la segunda guerra mundial, estas especies se podían mantener en acuarios de casa a temperatura ambiente y algunas veces desovaban así, sin embargo la mayoría de las especies del genero Callionymus, no se pueden adaptar a temperaturas arriba de los 20 grados centígrados, por lo que siempre el comercio se ha centrado en el manejo de dragones del género Synchiropus (comúnmente conocidos como mandarín), que son regularmente importados de los mares tropicales.
Los mandarines de más espectacular colorido pertenecen a una amplia familia que incluye sólo dos especies de interés para los acuaristas, el pez mandarín azul, Synchiropus splendidus y el mandarín psicodélico, Synchiropus picturatus.
Estos peces no miden más de diez centímetros, tienen una cabeza grande con ojos también proporcionalmente muy grandes que pueden observar en un gran ángulo todo lo que ocurre a su alrededor, su boca es pequeña y puntiaguda, provista con dos pequeños dientes y la mandíbula puede estar considerablemente hacia atrás, cuando come nos recuerda de inmediato el picoteo de un pájaro. La característica más distintiva es un fuerte apéndice preopercular con una serie de espinas o ganchos que utiliza para defenderse de los depredadores, otra característica más de los dragones es el orificio que se localiza encima del apéndice preopercular, que sirve para mantener el flujo del agua utilizada en el proceso respiratorio. Tienen dos aletas dorsales. Las aletas ventrales las usan para recargarse hacia atrás y algunas veces para caminar a lo largo del fondo. Los sexos son fácilmente identificables, el macho tiene más larga la aleta caudal y la primera aleta dorsal que se desarrolla como una prolongación en forma de espina, el color del macho es normalmente más brillante.
El macho ocupa la aleta dorsal en el cortejo o cuando trata de amedrentar a su enemigo. La piel de este pez presenta una mucosa que particularmente secreta cuando el pez se siente amenazado, esta secreción tiende a ser venenosa.
Observando a estos pequeños curiosos del acuario nos daremos cuenta que son habitantes exclusivamente del fondo puesto que se mueven por medio de pequeños saltos, impulsándose con sus aletas pectorales y con sus aletas pélvicas mantienen contacto con el piso del acuario. Estos peces 'investigan cada centímetro del piso del acuario buscando alimento y con su punteada y colorida boca pican en cada orificio en busca de micro crustáceos.
Naturalmente son muy curiosos, una vez ya acostumbrado al acuario pueden pasar cierto tiempo mirando al otro lado del cristal y parecen entender que cuando aparece nuestra sombra a un lado del acuario significa que podrán disponer de un delicioso bocado de artemia.
Una vez acostumbrados al acuario de casa, la hembra puede producir huevecillos y el macho de inmediato reacciona, este es el caso del Synchiropus picturatus- (sólo se ha logrado el desove en cautiverio sin que las crías se lograran obtener) donde el macho le brinca a la hembra y la impresiona extendiendo su aleta dorsal y después con una graciosa posición arqueada la incita a un contacto corporal. Si el acuario está bien iluminado el macho continuará acosando a la hembra por algunos minutos por medio de movimientos temblorosos en el fondo del acuario. El acoplamiento se da cuando los dos peces nadan unos cinco centímetros hacia arriba y unen sus vientres, eyaculando el macho dentro de la hembra, este abrazo puede sostenerlo hasta por 15 segundos. Después liberará los huevecillos que flotan en pequeños grupos pudiendo ser devorados por los corales vivos y las anémonas.
Las condiciones ideales para que los mandarines vivan dentro de un acuario, aparte de necesitar una excelente calidad del agua, es la presencia de pequeños crustáceos y roca viva en el fondo del tanque debido a que son peces que pueden estar "pastando" durante todo el día.

Estos coloridos peces se identifican como animales muy difíciles de mantener en cautiverio sobre todo entre los acuariófilos norteamericanos, pero esto es debido a que se han reportado ejemplares vendidos intoxicados con cianuro provenientes de Filipinas, sin embargo, los especímenes capturados con red no son difíciles de mantener en cautiverio, puesto que se adaptan bien, crecen y son agresivos.
A los mandarines recién adquiridos hay que ofrecerles como primer alimento artemia, hasta que lo acepten y una vez adaptados a nuestro acuario podemos comenzar ofreciendo otro tipo de alimento que podría ser alimento congelado o alimento preparado.
Las especies de mandarín son dos, el mandarín psicodélico (synchiropus picturatus) y el mandarín azul, estos se localizan en el Pacífico y tienen una longitud de hasta 10 centímetros (en estado salvaje). El mandarín psicodélico tiende a ser intolerante con los de su misma especie, el cuerpo básicamente está adornado con manchas de un verde más oscuro con bordes de color limón y anillos rojos. Esta especie se encuentra en las Filipinas y en Melanesia, y es menos común que el mandarín azul.
Por otro lado, al mandarín azul (synchiropus splendidus) es preferible mantenerlo en un acuario tranquilo, lejos de especies más grandes y vivaces, este pez tiene una coloración más roja, con rayas distribuidas al azar por el cuerpo y las aletas. Sin lugar a dudas es un pez fuera de serie por su gran belleza y particular conducta; otro pez que al estar en nuestros acuarios da un toque de hermosura y nos beneficia con un aporte importante de conocimientos.
-Aqua Guia

Numero 13 (1996)

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