Casi todos hemos llegado a la acuariofilia de una forma
autodidacta, con unas cuantas preguntas al comerciante que atendía en esa
tienda donde se mostraban unos maravillosos peces, de colores casi irreales.
Para casi todos, las consecuencias de nuestra ignorancia,
aparte de nuestros bolsillos, la han pagado nuestros acuáticos inquilinos.
Aquellos barbos que saltaban fuera del acuario durante la noche, la
aterrorizada hembra de guppy que paso días enteros en una paridera los neones
que fueron desapareciendo por la garganta de y un feliz escalar… ¡Tantos
errores que tenían tan fáciles soluciones!
Mal es empezar este tipo de cosas en solitario. Revistas
especializadas, libros, asociaciones acuariófilos y profesionales que hay entre
los comercios del ramo, son nuestros aliados para superar los problemas, o
mejor aún, para prevenirlos.
Esta sección es el rincón reservado para el que empieza,
aunque esperemos que los expertos también puedan encontrar informaciones e
ideas útiles. Mo nos importara volver sobre los mismos temas con diferentes
enfoques para actualizar la información. Esperamos que, con esta sección, los
acuariofilos “enganchen” a los amigos que se inician en la afición. Aquí trataremos las “bases” de nuestra
afición.
Como en el primer día de colegio no se empieza con la
temática ardua de la asignatura, empezaremos con lo que a todos nos gusta: los
peces. Y con una reflexión en torno a ese primer acuario que llega a casa.
En primer lugar, son ánimo de desanimar a nadie, señalar que
los peces no son animales de compañía propiamente dichos. Con ello quiero decir
que se sentirá mucho más satisfecho con el acuario el que busca un pequeño
rincón para observar la naturaleza, que aquel otro que pretenda una mascota que
le devuelva el amor y los cuidados que le dedique.
Aunque muchos peces llegan a conocer a su amo, e incluso
comen de su mano, no buscaran nuestras caricias como un perro o un gato. Más
bien, si algún pensamiento ronda por su primitiva cabeza, será algo así como:
bueno, me das o no ese apetitoso gusano.
Pero después de esta introducción, vamos a meternos de lleno
en la cuestión de las poblaciones de peces del primer acuario...
CUESTION DE TEMPERATURA
Después de diferenciar entre acuarios de agua dulce y de
agua marina, la arquetípica diferenciación en poblaciones de peces para el
acuario es la que hace referencia a la temperatura del agua. Evidentemente, la
temperatura es el parámetro que nos resulta más familiar entre las condiciones
de vida de nuestros animales y no esos otros como el pH, dureza, conductividad,
etc, que malamente recordamos de la química escolar.
Los acuarios de agua
fría, o acuarios sin calefacción, han sido muy mal entendidos por la
mayoría de los acuariofilos. Muchas veces ha sido el acuario para empezar con
la afición, en situación de la anticuada bola de cristal. Y muchas veces ha
sido el fracaso que la ha enterrado.
Se considera acuario de agua fría a aquel cuya temperatura mínima
puede bajar de los 18 °C en invierno y las máximas no suelen superar los 24 °C
en verano.
Realmente no hay muchas especies de peces comercializadas
que puedan mantenerse en este tipo de acuarios. Muchas veces son acuarios de
fauna local que el propio acuariofilo pesca en sus excursiones. Pero, la
mayoría de las veces es el clásico acuario para mantener “peces rojos”,
Carassius auratus, y nada más. Sin embargo, su población no tiene porque a
limitarse solo a ellos.
El pez paraíso no solo soporta perfectamente las
temperaturas bajas, sino que además su necesidad de oxígeno disuelto en agua es
mucho menor que la de los carpines y por eso, a diferencia de ellos, vive
perfectamente en pequeños acuarios sin oxigenación accesoria, e incluso son
filtro.
Los “peces rojos” o carpines son mucho más delicados que
otras especies exóticas, especialmente los de las variedades de selección, como
los de doble cola, ojos de burbuja y color negro. Sus necesidades de limpieza, espacio
y oxigenación son más altas u llevan al fracaso
a muchos principiantes.
Usted puede instalar un acuario de agua templada son
calefacción en su casa si la temperatura ambiente no baja de los 18-20 °C, y en
el instalar unas cuantas especies más que las vistas anteriormente.
Los killis (peces de la familia de los Ciprindóntidos) a
veces, experimentan con otras para imitar los ciclos naturales y provocar la
puesta de huevos.
En estos acuarios se darán de maravilla muchas especies de
plantas acuáticas, que normalmente se cultivan a temperaturas más bajas que los
peces. Si durante las noches invernales no tendremos más remedio que instalar
un sistema de calefacción que evite la bajada de esos 18 °C críticos. Pero ya
con la calefacción instalada, subiendo la temperatura a 24- 26 °C tendremos un
acuario tropical y las posibilidades de mantener peces se amplían muchísimo.
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