M.V.Z. Azael Ávila González
Los peces ballesta pertenecen a la familia Balistiadae y al orden
de los Tetraodontiformes, que también incluyen a la familia del puffer marino y
el pez cofre. Las semejanzas comunes entre este numeroso grupo de peces es la posesión
de un par de dientes fusionados tanto en los maxilares como en la mandíbula que
utilizan como puntiagudos cinceles, de esta característica se deriva el nombre científico
Tetraodontidae que significa cuatro dientes.
Los peces ballesta se caracterizan por el desarrollo de una
espina en la aleta dorsal, reducida a tres espinas conectadas por una pequeña
membrana. La aleta dorsal modificada cumple con una función de defensa al
poderse atorar fácilmente en alguna estructura coralina junto con la aleta
ventral también modificada, como si las dos aletas como un “piolet”, dicha
aleta normalmente la mantiene oculta dentro de una acanaladura que tiene en la región
dorsal de su cuerpo en donde guarda las tres pequeñas espinas que tienen un movimiento
peculiar puesto que para abrir y para cerrar toda la aleta, la espina más
pequeña es la que con su movimiento parecido a un gatillo permite atrancar o
relajarla, cuando el pez ballesta se siente amenazado ser aprieta en contra de
una de las paredes del coral para abrir su aleta dorsal y poderse atorar para
evitar ser jalado por un depredador, y se mantiene así hasta que el peligro
haya pasado.
La mayoría de los miembros de esta familia están hermosamente
marcados y por esta característica los peces ballesta son especialmente
recordados. Su cuerpo esta lateralmente comprimido con una forma de diamante y
una cabeza que abarca más de un tercio del total de la longitud corporal, esto
le da la impresión de un pez sin cuerpo y con aletas. Los ojos de estos peces
son particularmente especiales puesto que tienen una única capacidad entre los
peces conocidos de poder mover los ojos de manera independiente y con esto
poder estar viendo por ejemplo con un ojo a un buzo o un depredador y con el
otro ojo buscando una ruta de escape.
Las ballestas no son buenos nadadores, puesto que solo se
impulsan por medio de movimientos ondulantes de las aletas dorsal y anal,
mientras que la aleta caudal la reserva para aceleraciones de emergencia. La mayoría
de las especies carecen de aletas pélvicas o ventrales que a veces se limitan a
una única púa o protuberancia. Presentan escamas de tipo Ganoide, esto es que
se tienen sitios de intersección en ambos extremos característica que le da una
peculiar resistencia haciendo más dura la piel y difícil de penetrar por los
depredadores los organismos patógenos. La
fuerte mordida de los peces ballesta esta lograda por medio de una poderosa mandíbula
junto con unos efectivos maxilares los cuales presentan cuatro dientes en total
que pueden estar fusionados dos en la mandíbula y dos en maxilares haciendo una
sola pieza de trituración tan poderosa que tranquilamente pueden abrir una
concha o destruir un erizo de mar para consumirlo, o sea que los carnívoros peces
ballesta se alimentan exclusivamente de invertebrados como cangrejos, ostras,
son reconocidos como los principales depredadores de los erizos diadema de
espinas largas y por supuesto también de estrellas de mar. El estómago del pez
ballesta en la vida salvaje de un arrecife puede estar lleno de corales,
esponjas, quebradizas estrellas de mar y algunos peces pequeños.
Hay que tener cuidado cuando se adquiere un pez ballesta
solo por su atractivo aspecto y su resistencia dentro del acuario puesto que
pueden ser agresivos con otros peces y organismos dentro del acuario, primero
se deberá evitar la convivencia con cualquier tipo de invertebrado puesto que
se lo podría comer, excepto los grandes celenterados. Si usted tiene un acuario
equilibrado e introduce un pez ballesta, corre el riesgo de perder la armonía lograda
debido a las bravatas del pez ballesta con otros peces…
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